De a colores

Hace un frío que te deforma los huesos.
Los días así son curiosos, y pareciera que te brillasen más los ojos cuando hace frío, como si tuvieras unas ganas enormes de abrazarme y acurrucarte en mi pecho.
Yo tengo unas ganas enormes de abrazarte y acurrucarme en tu pecho.
Y esta desidia que parece espontánea pero que no es espontánea,
Sólo ocurre que no quiero asustarte ni asustarme tampoco.
Entonces las palabras me las como una a una cuando no sirven, porque ya no me funcionan entonces me callo, y así entonces engordo.
Quisiera preguntarte tantas cosas pero prefiero imaginar las respuestas y también imaginar las preguntas porque tan certeras no son tampoco, porque yo también tengo dudas de mí misma y de lo que viene.
Estoy un poco confundida, con un dolor decreciente que me dice que algo ya cambió, que ya no está, o que por lo menos se está llendo. Eso aunque sea bueno igual te emociona y sueltas unas lagrimitas huachitas por lo que se va, y empuñas tu mano con un pañuelo blanco, casi a la orilla del tren, casi como en una peliculita vieja.
Sé que vas a quererme sin preguntas, sé que voy a quererte sin respuestas