» Jirafas Bicolores

Recuerdo que montada sobre enormes jirafas bicolores, sentí tu olor, a esa distancia milimétricamente abismal. Te miraba desde arriba, y sentía tu espalda en mi mano, tímida, empuñada, muy minúscula. Me disolví varias veces y caí. Luego pensé, que extraño, me enamoré de la frente de alguien, de su piel, de su cabello, en cortísimos segundos vueltos infinítos. Podía ver con todo el esplendor a tu espalda inquieta revolcándose, sé perfectamente que sentías aquella conexión. Sabiendo yo que pronto iba a llover, te respiré todo lo que pude, y te dibujé tan perfecto dentro de mis ojos. La temida campanilla sonó y tú te fuiste por ese desconocido camino, por esos rincones en los que has plasmado tu nombre, que tristemente aún no conosco, que melancólicamente espero, intentando no caer, recordando por siempre aquella imágen aérea de tu piel perfecta y tus ojos grandes, y la musiquilla en mis oídos, fundiéndose dentro de mi ser.